Blanka Alfaro, cofundadora de Libres al Fin. Foto: Santuario Libres al Fin
El Santuario Libres al Fin fue fundado por Blanka Alfaro, Adhara Hernández, Eli Hernández y Gustavo Olvera en 2013. Se ubica en Nuevo León, México y es el hogar definitivo para los animales de granja rescatados de la industria de consumo. Libres al Fin es el único santuario de este estado mexicano que rescata animales de granja. La economía en esta zona depende en gran medida de la cría de animales. Sin embargo, Blanka comenta que recientemente la situación ha mejorado y un número creciente de personas en Nuevo León han optado por un estilo de vida vegano.
Actualmente, el santuario alberga a 70 animales. Es una de las muchas organizaciones apoyadas por el programa de donaciones de abillion. Durante septiembre, esperamos que consideres donar a Santuario Libres al Fin.
Desde el comienzo de la pandemia, el santuario ha enfrentado dificultades para recaudar fondos. También se han apuntado menos voluntarios para trabajar aquí y ellos juegan un papel importante en el mantenimiento general del santuario.
Nos contactamos con Blanka para conversar acerca de los inicios del santuario, algunos de sus residentes, los desafíos que les ha traído la pandemia y lo que significa ser el primer santuario de animales de granja en México.
¿Cómo se conocieron los fundadores?
Yo trabajaba en una organización sin fines de lucro que rescataba perros y gatos, y Adhara rescataba animales de manera independiente, le ayudábamos a encontrar hogares definitivos para sus rescatados. Con Eli Hernández y Gustavo Olvera ya teníamos un grupo que hacía actividades para ayudar a los animales. Luego, juntos comenzamos a ayudar a animales de granja hasta que confundamos el santuario.
Adhara Hernández, cofundadora de Libres al Fin Sanctuary. Foto: Santuario Libres al Fin
¿Qué los motivó a comenzar con el santuario?
Rescatamos a Wicca, una hermosa cerdita, luego de que saltara desde un camión que la llevaba al matadero. Sabíamos que queríamos encontrarle un hogar, así que la trasladamos a un lugar alquilado, cuidándola hasta que encontráramos un lugar definitivo. Pero es muy difícil encontrar un hogar para un cerdo.
Mientras tanto, 6 cabritos saltaron desde un camión camino a un mercado, así que también los rescatamos. Como eran bebés, los ubicamos en la casa de Adhara mientras les brindábamos la atención médica y los cuidados que necesitaban ya que estaban muy enfermos. En ese momento, pensamos que teníamos que hacer algo por estos valientes animales. Entonces nos juntamos, los cuatro (Gustavo, Eli, Adhara y Blanka), y decidimos que teníamos que dar un gran paso adelante y poner en marcha el santuario.
¿Sabían que estaban comenzando el primer santuario de animales de granja en México?
Sí, fue una gran responsabilidad porque estos habitantes vivirán aquí para siempre y no teníamos ningún otro santuario al que acudir en busca de ayuda. Adhara y yo tuvimos la suerte de haber sido pasantes en el santuario Woodstock, donde aprendimos mucho. También contamos con la ayuda de Laura, la fundadora de Santuario Vegan en España, y Susie Coston de Farm Sanctuary. Todos han sido nuestros mentores, por lo que estábamos preparados para ser el primer santuario de animales de granja en México.
¿Puedes contarnos cómo ha crecido el santuario con el paso de los años?
Al comienzo de esta aventura, éramos solo cuatro personas trabajando aquí, y ahora somos nueve personas apoyando el santuario, ¡cada una a su manera única! En 2017, nos mudamos al lugar que actualmente alquilamos. La nueva ubicación nos da la libertad y la seguridad para seguir operando. El sitio original era prestado, y siempre nos preocupaba que nos echaran. Ahora, que estamos alquilando, tenemos un contrato que garantiza que los animales estarán en una situación estable y confiable. El número de habitantes también ha crecido, aunque tratamos de mantenernos pequeños para cubrir todas las necesidades de los animales, desde la alimentación hasta la atención veterinaria.
Foto: Santuario Libres al Fin
Este santuario se ubica en el estado de Nuevo León, región que depende de la explotación animal para su economía. ¿Ha habido cambios positivos en la sociedad local desde que comezaron con el el santuario?
Nuevo León es un lugar en México conocido por su alto consumo de carne, pero recientemente, también está experimentando un crecimiento exponencial en la cantidad de veganos y vegetarianos. En este momento, existe una gran variedad de productos y restaurantes veganos que no estaban disponibles anteriormente.
Creo que parte de este cambio se debe a que el santuario incorpora trabajo voluntario de la comunidad. Mucha gente nos ha comentado que han cambiado sus hábitos alimenticios, incluso hemos tenido algunos voluntarios que se volvieron veganos. Otra forma en que el santuario impacta a la comunidad es a través de nuestras redes sociales, donde mostramos cómo interactuamos con los animales y entregamos actualizaciones sobre su salud. De esta manera, ayuda a la comunidad a conocer a los animales y a encariñarse con ellos.
¿Consideras que la gente de la zona en general está consciente de los problemas de bienestar animal?
Desafortunadamente, México es conocido por su crueldad hacia los animales, incluidos perros y gatos, ya que las leyes no son suficientes para protegerlos y las que existen no se cumplen. Si hablamos de animales de granja, existen mercados donde sacrifican cruelmente a los animales. Para qué hablar de los mataderos clandestinos. Todavía queda mucho trabajo por hacer para educar a la gente sobre el bienestar animal en nuestro país. Creemos que el santuario es muy importante porque muestra que un mundo de compasión es posible; las personas pueden ver en nuestras redes sociales cómo interactúan los animales y cómo desarrollan vínculos únicos al igual que los humanos o cualquier otro animal al que no se comen. Nuestros animales son embajadores de su especie demostrando que tienen personalidad y derecho a vivir en paz.
Foto: Santuario Libres al Fin
¿Nos encanta que el nombre del santuario sea "Libres al Fin"? ¿Hay alguna historia acerca de la elección del nombre y lo que significa para ustedes?
Queríamos tener un nombre que represente y refleje la vida de nuestros habitantes, y uno de nuestros principales objetivos es que puedan vivir lo más libres posible. Pueden tomar sus decisiones todos los días, al contrario de cómo vivían antes. Entonces, "Libres al Fin" representa esto, y creemos que el nombre en sí mismo puede hacerte sonreír.
Foto: Santuario Libres al Fin
¿Cómo es un día típico en el santuario para ustedes
Un día típico comienza con los gallos cantando alrededor de las 7 am. Casi al mismo tiempo, Cleveland, el burro, nos deja saber que está listo para desayunar. Empezamos a dar de comer a las gallinas y gallos. Posteriormente, servimos el desayuno al resto de animales. Con una carretilla damos heno y alfalfa a las ovejas, cabras y a Cleveland. Luego, servimos platos con verduras y pellets para los cerdos, alimentamos a nuestras tortugas y damos desayuno a los perros y gatos. Verificamos que todas las aguas están llenas y frescas, y una vez que todos han comido, nosotros desayunamos.
Después de que las gallinas y los gallos hayan comido, abrimos las puertas de su gallinero para que puedan pasar el día paseando por el santuario. Nos tomamos un tiempo para observar y asegurarnos de que no haya nada extraño o inusual en los animales. Los inspeccionamos de vez en cuando para asegurarnos de que no haya ningún problema físico. Pasamos tiempo con ellos, pero tratamos de no entrometernos en su rutina diaria.
Durante los fines de semana, obtenemos toda su comida, incluido heno, alfalfa, frutas y verduras, de varias tiendas y comercios. Dedicamos estos dos días al mantenimiento y la construcción porque la mayoría de nuestros voluntarios trabajan durante la semana y el fin de semana es el único tiempo libre en el que pueden ayudar. Por la tarde, comenzamos a servir la cena y rellenamos su agua. Cuando el sol casi se pone, las gallinas y los gallos regresan a su refugio y otros animales se reúnen para descansar.
¿Cuáles son los mayores desafíos que has enfrentado dirigiendo el santuario?
Hacer frente a muchas pérdidas de seres queridos. La mayoría de los animales se enferman gravemente porque provienen de lugares donde los mantuvieron en muy malas condiciones. La mayoría de los veterinarios no saben cómo curarlos. En segundo lugar, como estamos alquilando este lugar, tememos tener que mudarnos en algún momento. Ha sucedido antes. Teníamos una advertencia de un mes para cambiarnos de nuestra primera ubicación, así que tuvimos que movernos súper rápido.
¿Hay alguna operación de rescate única de la que hayas formado parte?
Una que se destaca ocurrió en agosto de 2014 en el estado de Michoacán en México. Más de 60 animales fueron "confiscados" por las autoridades desde donde vivían en pésimas condiciones, fue un caso muy sonado ya que descubrieron trata de menores y los tenían entre basura y en condiciones deplorables. Era un ambiente insalubre; estaban desnutridos y hambrientos. Muchos de estos animales sufrieron lesiones graves y problemas de salud. Los frágiles no sobrevivieron y la situación de los demás era muy delicada.
En México, las leyes que protegen a los animales de granja son prácticamente inexistentes. Luego de un proceso largo y complejo (unos cuatro meses), convencimos a las autoridades para que nos dieran la custodia de cuatro de estos animales: una vaca, dos ovejas y una cabra, a quienes hemos llamado Santana, Lennon, Yoko y Pancho. Lamentablemente, Pancho el chivo murió antes de que pudiéramos rescatarlo.
Trajimos a Yoko y Lennon a nuestro santuario. Lennon murió un par de semanas después, ya que su estómago estaba lleno de basura y plástico, y esto le provocó una falla orgánica. Yoko estaba embarazada de Molly. Pero, lamentablemente, Yoko falleció debido a la misma causa que Lennon poco después de que Molly naciera. Sin embargo, Molly todavía está con nosotros y vive feliz con su manada de ovejas.
Molly siendo alimentada por el equipo del santuario. Foto: Santuario Libres al Fin